Miguel Angelino (Thoriz)
Esta semana finalmente ha llegado a nuestro país una de las películas de terror más esperadas del año: Longlegs: Coleccionista de Almas. Algunos críticos y espectadores ya la consideran no solo como una de las mejores muestras de horror de 2024, sino también de la década. Aunque estas afirmaciones pueden ser debatidas, lo que es indudable es que Longlegs promete ser una experiencia inolvidable para los amantes del género, y nos regala una de las interpretaciones más perturbadoras de Nicolas Cage.
La trama de este thriller de misterio y horror sigue a Lee Harker (interpretada por Maika Monroe), una agente novata del FBI con una intuición extraordinaria, que se enfrenta a uno de los casos sin resolver más escalofriantes y longevos: la caza de un asesino en serie enigmático conocido como "Longlegs". Este personaje, interpretado de manera magistral por Nicolas Cage, se convierte en el centro de una historia que explora los límites de la locura, la maldad y lo sobrenatural.
Longlegs no es solo un villano; es una amalgama de influencias culturales y cinematográficas. Con una estética que recuerda a figuras icónicas como Charles Manson, Willy Wonka, y el Joker de Heath Ledger, el personaje de Nicolás Cage es tan excéntrico como aterrador. Su apariencia, cuidadosamente oculta en el marketing, y su comportamiento evocan una mezcla inquietante de anacronismo y decadencia, haciendo de Longlegs un antagonista inolvidable. Sin embargo, no es completamente nuevo o diferente de lo que Cage ha hecho antes. A pesar de no ser muy reconocible bajo su nuevo rostro y maquillaje, las expresiones y reacciones características de su actuación están presentes en el personaje. En cada escena, Cage canaliza la energía de sus papeles más icónicos, combinando su intensidad característica con una maldad casi ritualística.
Longlegs tiene una clara inspiración que parece homenajear clásicos del cine como El Silencio de los Inocentes de Jonathan Demme y los thrillers oscuros de David Fincher como Se7en y Zodiac. Sin embargo, en el tercer acto toma un giro hacia lo sobrenatural, algo que no debería sorprender por el subtítulo de la cinta, pero esto ha disgustado a parte de la crítica, argumentando que ese factor le quita peso y terror a la trama. Pero personalmente lo encontré muy acorde con el tema satánico que se aborda durante toda la película.
En resumen, Longlegs: Coleccionista de Almas es una película que no solo destaca por sus actuaciones y dirección, sino también por su poderosa estética visual. Aunque su narrativa puede dejar algunas preguntas sin respuesta, la atmósfera inquietante y la interpretación de Nicolas Cage la convierten en una de las películas más destacables del año.
El director y escritor es Osgood Perkins, hijo de Anthony Perkins, protagonista de Psicosis, siendo este su cuarto film con el que ha logrado forjar su propio camino lejos de la sombra de su padre, demostrando su habilidad para crear atmósferas terroríficas y narrativas envolventes en su cuarto largometraje. Además trabajó junto con su hermano Elvis Perkins, quien compuso la música inquietante que crea una atmósfera opresiva. Además la fotografía corre a cargo del Mexicano Andrés Arochi que emplea una cinematografía asimétrica, perturbadora, con planos estáticos y con encuadres alternados que, junto con el montaje, subrayan la locura y el caos que rodean a Longlegs, creando imágenes tanto hipnóticas como perturbadoras, siendo algo así como diapositivas de horror.
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