Por: Miguel Angelino (_Thoriz)
Kill: Masacre en el tren es un thriller de acción que emerge del vibrante y extravagante mundo del cine indio, pero con una propuesta completamente alejada de los tradicionales musicales de Bollywood. Dirigida por Nikhil Nagesh Bhat, la película se sumerge en un oscuro viaje nocturno a bordo de un tren, donde la brutalidad y la violencia se convierten en el lenguaje dominante.
La historia sigue a Amrit (Lakshya), un comando del ejército decidido a evitar que el amor de su vida, Tulika (Tanya Maniktala),se case contra su voluntad en un matrimonio arreglado. Por lo que emprende un viaje yendo en su mismo tren con destino a Nueva Delhi con la esperanza romántica de salvar su relación, pero pronto la misión se convierte en una pesadilla cuando una banda enorme de criminales armados invade el tren para asaltar a todos los pasajeros en su interior, y poniendo en peligro la vida de Tulika y su familia, Por lo que Amrit, junto con su compañero Viresh (Ahbishek Chauhan) deciden enfretanrse a todos ellos, desencadenando una batalla encarnizada y sin tregua.
Lo que destaca a Kill es su enfoque inquebrantable en la acción, coreografiada con una precisión implacable por Oh Se-yeong, quien ya había demostrado su talento en películas como Snowpiercer. y las secuencias en esta película podrían rivalizar con grandes franquicias estadounidenses incluso como John Wick. Son demasiados y tan brutales y viscerales los combates cuerpo a cuerpo que hay en el tren, que puede resultar fácil perderte en el número de muertes si quieres llevar la cuenta. Lo malo es que esto, al ubicarse en un mismo escenario y con espacio reducido, puede volverse repetitivo y tedioso, y esta distante a ser como una de las cintas Estadounidenses, aunque puede recordar en temática a Tren Bala protagonizada por Bratt Pitt, no tiene una personalidad ni humor similar, y tampoco es el objetivo.
También contiene clichés característicos del cine indio, donde las emociones e impulsos básicos de los personajes guían la narrativa, y se expresan con escenas muy exageradas o cursis que podríamos encontrar en cualquier telenovela. pero, afortunadamente, a diferencia del cine tradicional de Bollywood, aquí no hay canciones ni bailes; en su lugar, la película se enfoca en la acción y una violencia casi ritual.
Además, incluye un matiz interesante que no suelen tener películas con masacres de este estilo, pues aquí el grupo de criminales están aparentemente relacionados entre sí, siendo algo así como todos parte de una gran familia de asesinos y rateros. Por lo que llegamos a ver momentos de sus reacciones de preocupación o desesperación al ver a sus compañeros ser masacrados por el héroe. Esto muestra una dimensión en la que podemos considerar que todos en ese tren no son simple carne de cañón, no son solo obstáculos que están ahí solo para ser asesinados fácilmente por el protagonista. Y del mismo modo podemos decir que nadie está a salvo, pues algo que hace muy bien la película es subvertir las expectativas convencionales de un thriller de acción, al mostrar situaciones o resultados violentos que no estábamos esperando .
A pesar de la extravagante y exagerada cantidad de violencia coreografiada, la película tiene un tono crudo y realista en el sentido de poner el escenario de un asalto en el transporte público, algo aterrador que podría pasarle a cualquiera, y que de hecho le pasó al director de esta cinta, Nikhil Nagesh Bhat, dejándole un amarca e inspiración para llevar el incidente a gran escala en la pantalla.El director Bhat ha comentado que vivió en carne propia un asalto en un tren durante su juventud, mientras realizaba uno de sus largos viajes en tren típicos de su vida universitaria en India. Eran viajes agotadores de 36 horas, y durante una de esas noches una banda de ladrones armados asaltó los vagones. Afortunadamente no sufrió daños directos, pero si le dejó una marca para contar una historia que desarrollaría muchos años después.
Kill: Masacre en el tren, convierte ese evento real en una odisea de venganza y supervivencia, donde el body count, o conteo de cadáveres, supera cualquier expectativa. A lo largo de la película, Amrit y su amigo Viresh (Ahbishek Chauhan) se enfrentan a una sucesión interminable de adversarios en un espacio tan reducido y claustrofóbico que la tensión se torna casi insoportable. El director transforma el vagón del tren en un campo de batalla implacable, un entorno que sirve tanto como escenario de acción como metáfora del encierro y la desesperanza.
Con esta premisa, puede que te resulte interesante no perderte este film si es que disfrutas el cine de acción con secuencias de peleas violentas y sangrientas, pues aquí obtendrás un festín de acción implacable, aunque repetitivo, de violencia estilizada, más que una trama compleja. Además de que sería buena opción para darle oportunidad a ver algo de cine extranjero proveniente de la india, y traído a nuestro país de la mano de Corazón Films. La cinta ya esta en cines de México a partir del 5 de septiembre.
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