Por: Miguel Angelino (@_Thoriz)
La secuela del osito bobito convertido en un asesino visceral ha llegado a los cines. El año pasado se estreno la primera película que le dio un giro grotesco y macabro el osito Winnie Pooh que conocimos de niños, y si bien pudo tener mala recepción por parte de la crítica, la primera película Winnie Pooh: Miel y sangre fue un éxito comercial que le permitió a su equipo de producción realizar una secuela y además expandir este universo macabro a más cuentos infantiles.
Rhys Frake-Waterfield, regresa a la dirección de esta oscura secuela, trayendo a más personajes a territorios inexplorados y perturbadores. La visión de Jagged Edge Productions se materializa en un mundo que desafía las expectativas, desafiando la nostalgia para ofrecer algo completamente nuevo y emocionante, ahora con un notable mayor presupuesto y distintas mejoras en su aspecto visual, además de una especie de “borrón y cuenta nueva” que pretende darle una mayor seriedad y oscuridad al mundo que han creado.
Esta secuela retoma los hechos acontecidos en la anterior película, pero solamente como punto de partida, de nueva cuenta se nos presenta a Christopher Robin (Scott Chambers) quien, como supimos en la primera entrega, había abandonado a sus amiguitos animales antropomórficos en el bosque, abandonándolos para irse a la universidad, y en esos años se volvieron criaturas salvajes asesinas en busca de venganza. La historia de esta película toma de base esos acontecimientos, pero también se hace referencia a que la película anterior fue una adaptación, y ahora va enserio. un poco confuso, pero lo entenderán al verla, aunque tampoco importa mucho tomarse en serio o no esto.
Lo que si es que se nota un aspecto muy diferente en el diseño de Pooh, que lo hace ver más como una criatura grotesca que como un disfraz aterrador como en la primera. Además esta vez se incluyen más de los amigos de Pooh que no habíamos visto antes en esta macabra versión Live Action, como Tigger y Buho además de Piglet, para concretar su venganza que se extiende ahora a todo el pueblo aledaño.
Pero además de aumentar la apuesta por la violencia y el gore, con un mayor presupuesto y un apartado visual más cuidado, esta secuela también arroja nueva luz sobre las motivaciones y las historias de fondo de los personajes principales. En su exploración de la historia de sus protagonistas, Miel y sangre 2 revela un detalle sorprendente sobre la relación de Pooh y Christopher Robin. Este detalle aporta un giro creativo a la historia original, haciendo que la franquicia de películas de terror sea mucho más oscura. Este agregado al origen de Pooh y de sus amigos del bosque podría ser predecible para algunos, impensable para otros o innecesario, pero es un buen agregado que profundiza y humaniza un poco más en estas criaturas, y que da paso a abordar más de ello en futuras secuelas. Pero no solo de el amarillo, sino que los creadores de esta franquicia también anunciaron la creación de su universo cinematográfico, al que nombraron: The Twisted Childhood Universe (TCU), El retorcido universo de la infancia, traducido en español, y este abarcara adaptaciones retorcidas de: Bambi, Pinocho, Peter Pan, Winnie Pooh: Miel y sangre 3, la tercera par Y, por último, Poohniverse: Monsters Assemble, un evento crossover que reunirá a estos personajes de la infancia convertidos en monstruos asesinos. La proxima pelicula de esta franquicia es Bambi: The Reckoning, que se estrena el 5 de diciembre de este año.
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